Normalmente, cuando decidimos realizar una instalación fotovoltaica, desconocemos cuál es la más aconsejable para cada caso.

La mayoría de personas se hacen la pregunta de si es rentable económicamente hablando, el tener un sistema de almacenamiento de energía.

Las instalaciones fotovoltaicas sin almacenamiento suelen ser una muy buena opción en el sector industrial, puesto que la mayoría de los consumos suelen ser diurnos. También son una opción, más que rentable en el sector residencial, para viviendas en las cuales ya sea por sus hábitos de consumos o la potencia instalada, no es viable la instalación de acumulación.

Estas instalaciones suelen ser más dependientes de la red, puesto que no disponen de un sistema que guarde la energía producida no consumida. Sin embargo, esta energía sobrante es vertida a la red y posteriormente compensada en la factura de la luz.


Por otro lado, si buscamos ser lo más independientes posible, energéticamente hablando y queremos una instalación más completa, recomendamos la instalación de baterías.
Estas conllevan a un aumento de costes, puesto que las baterías son elementos que aunque han reducido notablemente su precio en los últimos años, siguen siendo dispositivos caros.

Cabe destacar que la tecnología de las baterías de litio, a mejorado mucho, y actualmente se pueden elegir las mejores marcas del mercado.

Una instalación con baterías posee las ventajas de poder almacenar la energía no consumida para su uso en otros periodos del día, como pueden ser los nocturnos o las horas sin luz suficiente como para generar energía. Y cuando las baterías estén cargadas completamente y no se pueda almacenar más energía, será vertida a la red. Y posteriormente seremos compensados en la factura de la luz.

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