¿Cuáles son las diferencias entre paneles solares y fotovoltaicos? es una de las preguntas más comunes cuando se investiga sobre paneles para generar energía. Lo primero que debemos saber es que los paneles solares y fotovoltaicos son el mismo producto; la diferencia está entre si son o no térmicos. Queremos dejar claro las diferencias entre estos dos, ya que sus principios operativos están enfocados en distintos objetivos. En este artículo te explicaremos cuáles son las diferencias entre ellos y los beneficios que ofrece cada uno de los sistemas.

¿Qué diferencias existen entre un panel solar y uno fotovoltaico?

Aunque ambas soluciones se colocan, de forma general, en las cubiertas de los edificios o viviendas con estructuras diseñadas para tal fin y utilizan la energía solar para su funcionamiento, hay claras diferencias entre las placas solares térmicas y las fotovoltaicas.

Los paneles solares térmicos absorben la energía del sol y convierten la radiación en calor. Por el contrario, las instalaciones de paneles fotovoltaicos se llevan a cabo con el fin de convertir la energía térmica en electricidad. Este es el motivo por el que ambos sistemas pueden complementarse entre sí, pero siempre teniendo en cuenta que su funcionamiento y aplicaciones son muy diferentes.

Por otra parte, las placas térmicas tienen una duración aproximada de 10 años y las fotovoltaicas de 30. Además, el avance tecnológico de estas últimas supera con creces al de los paneles térmicos.

Con relación a los materiales de fabricación, los paneles fotovoltaicos están fabricados con silicio, con óptimas propiedades conductoras. En el caso de los térmicos, el material que se emplea en su cubierta es un vidrio templado, el cual favorece el efecto invernadero y permite que se capte mejor la energía solar.

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¿Qué ventajas brinda el panel solar térmico?

Este tipo de placa incorpora en su interior unos tubos por donde circula líquido (agua o alcohol, entre otros ejemplos, dependiendo del modelo elegido). Cuando los rayos del sol inciden sobre los citados tubos, el líquido interno comienza a calentarse y transmite el calor producido a un depósito, el cual se utilizará para ofrecer calefacción y agua caliente sanitaria.

Dentro de las ventajas de este panel encontramos que puede aprovechar un 70 % de la energía que proviene del sol, su tecnología es sencilla, presenta una instalación fácil y su mantenimiento es mínimo.

Al hablar de las diferencias en la regulación del autoconsumo, te diremos que se eliminaron las tasas para generar energía fotovoltaica y, además, tienes la posibilidad de verter a la red eléctrica tus excedentes para que descuenten el importe de tu factura. Análogamente, el autoconsumo puede ser compartido y no hay límites de potencia.

¿Qué ventajas tiene el panel solar fotovoltaico?

Este tipo de panel, compuesto por células de silicio, transforma la energía solar en electricidad. Por tanto, es perfecto para alimentar cualquier aplicación que necesite energía eléctrica. El líquido del interior de la placa siempre estará a mayor temperatura que la ambiental. Por ello, podrás conseguir agua caliente sin problemas, incluso, en los días más fríos. Eso sí, es necesario que haya un mínimo de radiación solar para que se active el funcionamiento.

Dentro de los beneficios de este tipo de panel es imprescindible destacar que son válidos para cualquier aplicación eléctrica, es decir, son perfectos para alimentar sistemas y equipos domésticos de viviendas particulares, de oficina, industriales o agrícolas. También cabe resaltar que tienen una duración de 20 años o más y suponen un ahorro relevante en la factura energética.

En conclusión, esperamos que te hayan quedado claras las diferencias entre paneles solares y fotovoltaicos. Como has podido comprobar, el ámbito de aplicación de las placas fotovoltaicas es mucho más grande que el de los paneles solares térmicos. No obstante, es importante conocer las funciones de cada una de las soluciones para saber cuál es la que encaja mejor con tus necesidades.